Bruce Springsteen y la luz al final del túnel

Asier Miner
4 min readJan 4, 2021

Darkness On The Edge Of Town (1978) es, sin lugar a dudas, uno de los discos fundamentales en la carrera de Bruce Springsteen. Su gestación fue extremadamente problemática y convulsa, agotando la energía del de Nueva Jersey hasta límites insospechados, en un momento muy trascendente para su trayectoria artística.

Tras el éxito obtenido por Born To Run (1975), su anterior trabajo, Bruce se enfrentó a una situación realmente delicada: un juicio con su primer mánager, Mike Appel, debido a que el contrato que firmaron arrebataba a Springsteen el poder sobre su obra. De hecho, no tenía permitido entrar en un estudio de grabación sin el consentimiento de Appel y, por si esto fuera poco, la disparidad de los beneficios económicos que ambos recibían era insultante. Ante este panorama, solamente existía una opción: recuperar el control de sus creaciones a toda costa, independientemente de las consecuencias.

Afortunadamente para Bruce, las batallas legales tuvieron un final feliz para él y, en 1977, pudo entrar en el estudio de grabación para elaborar el sucesor de Born To Run. Durante estos dos años sin poder dar forma a un nuevo álbum, las canciones se fueron acumulando sin respiro. Contaba con más de 70 composiciones, la mayoría poseedoras de una calidad asombrosa. Sin embargo, era necesario llevar a cabo una selección minuciosa y, lo más importante, conseguir un conjunto de temas que fuesen capaces de narrar la historia que el norteamericano quería contar.

Si algo tenía claro, es que no deseaba continuar por la senda abierta en Born To Run. En Darkness On The Edge of Town Springsteen encontró su voz adulta, marcó un drástico cambio de rumbo respecto al disco anterior, tanto a nivel lírico como musical. La épica juvenil del álbum del 75 se sustituye por una narrativa más madura y oscura, mientras que el optimismo se transforma en una dosis de cruda realidad. Si Born To Run apela a la lucha por los sueños y la búsqueda de una vida mejor, en Darkness se formulan las siguientes preguntas: ¿Qué podemos hacer con los sueños cuando no se hacen realidad?¿Cómo hacer frente a una vida que parece predestinada al sufrimiento? ¿De qué forma se puede evitar el pesimismo sin motivos en el horizonte para ser optimista?

Evidentemente, el desengaño que supuso su trifulca con Appel, al que consideraba su amigo íntimo, se tradujo en una pérdida irreversible de su inocencia, unida a una elevada incertidumbre sobre lo que le depararía el futuro, de manera que escogió las diez canciones que reflejasen de forma más nítida sus negativas emociones. Había mucho en juego con este nuevo trabajo. Hay que tener en cuenta que, en aquella época, tres años entre un lanzamiento discográfico y el siguiente eran un auténtico mundo. Muchas de las personas a las que había cautivado con su éxito de 1975 ya se habían olvidado de él, por lo que debía recuperar el trono que una vez conquistó.

Finalmente, el álbum se publicó el 2 de junio de 1978, obteniendo reacciones mixtas entre la crítica especializada, ya que en numerosas ocasiones se consideró que su temática era demasiado oscura y desesperanzada. Tampoco fue un triunfo de ventas absoluto, a pesar de que se coló entre los diez primeros puestos de las listas norteamericanas. Sin embargo, el tiempo no ha hecho más que aumentar su prestigio, convirtiéndose en una obra capital en la discografía del ‘Boss’ y, por ende, en la historia del rock. De hecho, la revista Rolling Stone lo alzó hasta el puesto 91 en su lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos. No podía ser de otra forma, puesto que contiene algunas de las mejores composiciones de Springsteen, como ‘Badlands’, ‘Racing in the Street’, The Promised Land’ o ‘Darkness on The Edge of Town’.

Al fin y al cabo, es imposible no sentirse identificado con Darkness. Bruce, al hacer referencias autobiográficas, retratando fielmente sus sentimientos y experiencias, refleja también las circunstancias con las que convivimos la mayoría de las personas. Todos, en algún momento, nos hemos sacrificado sin alcanzar los resultados esperados, hemos deseado una perspectiva de futuro mejor o hemos tenido que conformarnos con épocas vitales poco gratificantes. El propio Bruce lo expresa mejor que nadie: “El disco habla de gente que debe mantener su dignidad en medio del huracán, a pesar de que están casi enterrados”. Precisamente esa es la clave del asunto: “casi”, pero, independientemente de la amargura o la desazón de los personajes que pueblan la obra, de las promesas rotas a las que desafían, en todo momento se percibe una luz al final del túnel.

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Asier Miner

“Hago música para reparar mi alma y, con suerte, ayudaré a reparar las de los demás “ - Bruce Springsteen